Su carta tiene la variedad justa,al igual que su pizarra de vinos,un par o tres de cada variedad.
Empezamos probando la croqueta casera y la tortita de camarones,ambas deliciosas y caseras,al precio de 1,80 cada unidad.
Seguimos con un timbal de calabacín con secreto ibérico,muy meloso,el calabacín en su punto y con un color verde llamativo,sin duda no podéis perderoslo si visitáis el local.
Unas berenjenas a la miel,nada aceitosas con sabor más a berenjena que a frito,cosa que me gusta favorablemente,así como la presentación y el bonito color de la berenjena.
Unas patatas bravas que sí eran bravas;salsa al estilo mojo picón y la patata con un corte crujiente casero.
Pasamos a terminar con unas tostas,la de sobrasada con miel y queso fresco; y tosta de cebolla caramelizada,bacon y queso de cabra.
A destacar de las tostas el pan crujiente y el tamaño considerable.
Sorprendidos con la buena calidad de las tapas decidimos darle una oportunidad a los postres;brownie de chocolate y crema de limón.
El brownie jugoso y rico pero me quedo con la crema de limón,muy buena textura,cremosidad e intenso sabor a limón con un toque amargo.
Todo acompañado de 2 vinos y varias cervezas hacen un total de 15 por persona.
Buen precio en relación a la calidad,tendré que volver a probar las patatas con queso azul y los ravioli.
Nos vemos en los bares
Puntuaciones del 1 al 5
Restaurante ***
Servicio ***
Calidad-precio ****